miércoles, 17 de agosto de 2016

"Transformado" En Mi Salud Espiritual (día 3)

Hijitos, ustedes son de Dios, y han vencido a esos falsos profetas, porque mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo. 1 JUAN 4:4 (RVC)

El Espíritu de Dios es el poder dentro de cada seguidor devoto de Jesucristo. Jesús prometió a cada discípulo, “Y yo te pediré al padre, y Él les dará otro consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad,… [Quien] vive con ustedes y estará en ustedes.” (Juan 14:16-17 NVI). Pero, ¿Que hace el Espíritu santo por nosotros?

EI Espíritu Santo nos ayuda a aprender y a aplicar la verdad de Dios a la vida: "El Espíritu santo, a quien el Padre enviara en mi nombre [Jesús], les enseñara todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.” (Juan 14:26 NVI).

El Espíritu Santo construye nuestro carácter a través de la crisis: “Sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza.  Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestros corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado” (Romanos 5:3-5 NVI).

El Espíritu Santo nos permite ser como Jesus: “El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio”. (Gálatas 5:22-23 NVI)

El Espíritu Santo nos da poder para hablar las Buenas Nuevas de Jesús: “Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra.” (Hechos 1:8 NVI)

El Espíritu Santo nos equipa para el ministerio: “Hay distintas clases de dones espirituales, pero el mismo Espíritu es la fuente de todos ellos.  Hay distintas formas de servir, pero todos servimos al mismo Señor. Dios trabaja de maneras diferentes, pero es el mismo Dios quien hace la obra en todos nosotros.” (1 Corintios 12:4 NTV).

Cuando estamos llenos del Espíritu, el poder de Dios, Su paz, Su presencia y Su propósito son nuestros. Tenemos estabilidad aun durante el estrés.  Nosotros no cedemos, porque, “Mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo.” 

PARA MEDITAR: ¿Qué escuchaste?,  ¿Qué piensas?, ¿Qué vas a hacer? Ahora habla con Dios…

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