Anonimidad
¿Te ha pasado muchas veces por la mente que el servicio que das a la iglesia no lo valoran? Que por más que hagas no te agradecen o que mientras más te haces sentir menos se dan cuenta las personas de tu servicio.
Déjame decirte que has tenido una visión errónea.
Comencemos con que no servimos a la iglesia, a los líderes, pastores o a la congregación, le servimos a nuestro Dios que mora en las alturas, pero siempre teniendo en cuenta que es por Su gracia y por agradecimiento a Él, porque lo amamos y por lo que ha hecho por nosotros.
Dios nos dice en Su palabra que sirvamos con alegría, pero también nos aclara que no somos salvos por las obras.
El servicio es algo que nos nace de nuestro nuevo nacimiento como hijos de la promesa y es para agradecer todas las cosas que ha hecho por nosotros.
Es momento de comenzar a servir en amor y anonimamente para que Dios fluya en ti y en mi y nos pueda usar como instrumentos para Su reino. Pero ¿Por qué debemos hacernos notar? ¿Acaso no es a Dios que debemos darle cuenta de lo que hacemos?
Si esperamos el pago en la tierra, con cosas terrenales, ya nuestro servicio será pago y Dios no verá nuestro servicio grato sino como un trabajo más el cual lo hicimos por alguna recompensa.
Practica el servicio anónimo, mientras menos te ves y te notas, más te ve y te nota Dios.
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