sábado, 27 de agosto de 2016

"Transformado" En Mi Salud Física (día 13)

No seas sabio a tus propios ojos, teme al Señor y apártate del mal. Será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos. Proverbios 3:7-8 NVI 

El temor del Señor es un tema que se repite en todo el libro de Proverbios. Leemos en Proverbios 9:10 NVI, "El comienzo de la sabiduría es el temor del SEÑOR." Reverencia y respeto por Dios son el principio de la sabiduría. Si piensas que de alguna manera vas a desarrollar la sabiduría para tomar decisiones en la vida sin el temor del Señor, estás engañándote a ti mismo. 

¿Qué significa el temor de Dios? Temer a Dios significa que amas lo que Él ama y odias lo que Él odia. Esto significa que aprecias lo que Él es y haces lo que Él dice. Temer a Dios significa que pides su consejo y no sólo dependes de ti mismo. Temer a Dios es tratarlo con reverencia, respeto y admiración.

La otra opción es la de ser "sabio a tus propios ojos." Esto significa que en lugar de depender de Dios, reverenciarlo y respetarlo, confías en ti mismo. Esto significa que crees que sabes más. En última instancia, se trata de orgullo. Es la creencia de que tú eres Dios. Proverbios nos dice que este tipo de pensamiento es una tontería.
 
Lo que esto significa es que todos los esfuerzos deben comenzar con un temor de Dios en lugar de confiar en tu propio ingenio y recursos. En todas las decisiones y acciones de la vida debes comenzar con Dios. ¿Qué significa esto en la práctica? Si deseas la salud física, comienza con Dios antes que con tu propia sabiduría. Inicia, confiando, escuchando y dependiendo de la dirección de Dios en tu búsqueda de la salud física. No comiences con tu propia estrategia y solución. Comienza con Dios.

PARA MEDITAR: ¿Qué escuchaste?,  ¿Qué piensas?, ¿Qué vas a hacer? Ahora habla con Dios…

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