miércoles, 21 de septiembre de 2016

"Transformado" En Mi Salud Vocacional (día 38)

Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia, Reconócelo en todos tus caminos, y Él allanará tus sendas. Provérbios 3:5-6 NVI

Es nuestro corazón que nos falla muy seguido. Como pastor, he recibido muchos elogios. Recuerdo oír estas palabras ante el fallecimiento de un hombre de negocios y amigo: "Debido al estrés y a las presiones que enfrentó en las empresas, su corazón le falló."

Está claro el significado de estas palabras. Su corazón falló, se detuvo o le falló, a causa del estrés, del miedo y las preocupaciones de lo que el mundo le estaba lanzando. Él fue un líder brillante y talentoso. Adinerado, estratega y visionario. Pero toda su sabiduría e inteligencia no fueron suficientes. Y siempre nos viene una pregunta a la mente: "¿Lo estoy haciendo bien?"

Siempre van a haber preguntas en nuestros corazones y mentes de si estaremos confiando en nuestra propia inteligencia.

Es completamente diferente cuando confiamos en la sabiduría de Dios y podemos decir clara y confiadamente "NO he sido yo, yo confié en el Señor. Evidentemente es Dios quien me ha traído hasta aquí. Sin Él, estaría perdido queriendo resolver la vida por mí mismo." 

Como pueblo de Dios, siempre podemos depender de Él. Es cuando no nos apoyamos completamente en Él y empezamos a confiar en nosotros mismos que comenzamos a pensar dos veces las decisiones. Tenemos dudas, no tenemos confianza, nos preocupamos y nos estresamos... y nuestro corazón puede fallarnos.

Entonces, comienza hoy, busca a Dios en cada amanecer en oración, consulta su Palabra para obtener dirección y asegúrate de vivir la vida que Dios quiere que vivas. Él te llevará, te guiará y allanará tus sendas. Él lo ha prometido.

PARA MEDITAR: ¿Qué escuchaste?,  ¿Qué piensas?, ¿Qué vas a hacer? Ahora habla con Dios…

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